Ufff... llegamos a Nueva Delhi

Bueno... aun no pasaron dos dias y son tantas las cosas que nos pasaron y todo lo que tenemos para contar que creo que me voy a dejar un monton de anecdotas. Despues de un interminable viaje con una escala de 4 horas en Bahrein, un pais musulman del golfo persico, llegamos a la capital india como dos inocentes turistas que sabian lo que les esperaria, pero que ni por asomo se parece a vivirlo. Solo al llegar y ya nos querian vender cosas inexistentes. Conseguir un taxi hacia el centro fue una verdadera odisea, caminamos alrededor del aeropuerto sin saber donde subir, si a un rickshaw que nos llevaria a un lugar falso, a un taxi oficial, a un autobus, a una vaca... Cuando por fin tomamos un autorickshaw, empezamos a ver desde la ventanilla la realidad de esta ciudad. Fue la manera en que Delhi nos dio la bienvenida, una bienvenida que no fue para nada amable: gente famelica tirada en las calles, vacas, un transito insoportable, gente vendiendo de todo, y lo que mas nos impacto, la gente que no para de pararnos y decirnos cosas, para aconsejarnos cosas, lugares, etc. Pero atencion, porque siempre hay una segunda intencion detras. Es avasallante e impresionante la cantidad de gente que hay por las calles. En la calle del hotel donde nos alojamos todavia a veces no nos explicamos como en un ancho de 5 metros pasan motos, gente, rickshaws, vacas, leprosos, ademas de los negocios abiertos y gente gritando vendiendo sus cosas, las bocinas que no paran nunca, el olor no muy agradable... Sin embargo, y a pesar de que vemos todo con ojos de turista, todo tiene como un encanto dificil de explicar. La gente nos acosa constantemente (aunque ahora que paso un dia menos, sera porque no nos ven tan principiantes) pero siempre nos tratan con respeto, no nos gritan ni nos obligan a nada... Es otra manera de vivir, en todos los sentidos. Las fotos que ven aqui son una muestra de nuestros primeros momentos en la India... A ver que nos espera...