20060808

Reflexiones antes de partir a Jaipur

Ayer abandonamos la caotica pero encantadora ciudad de Delhi. Una ciudad en la que tantos contrastes pueden ser una bofetada para el viajero, pero que te hacen pensar y reflexionar sobre el mundo en el que vivimos. Recomiendo a todo el que quiera venir antes aqui, que primero lea mucha bibliografia sobre la vida cotidiana, las costumbres y la cultura del lugar, para no perderse nada. Una muestra de lo que digo: ayer, por ejemplo, vimos como un moribundo estaba en un costado de una atestada avenida y la gente le pasaba por encima (algunos lo pisaban) y todos como si nada, el pobre desgraciado con convulsiones, como si su vida valiera menos que una lata de sardinas. A pocos metros de alli, una procesion increible de gente que pregonaba loas hacia su diosa. Mares y mares de gente con su ofrenda al dios se mezclaban con algun que otro leproso que, al no tener piernas, se arrastraba con sus brazos. Un niño tambien sin piernas se movia con una ingeniosa patineta de rulemanes, y todo esto en medio de una muchedumbre descomunal como pocas veces vimos, ricshaws, bicicletas, vacas, motos, autos, camiones y caballos, todos en poquisimos metros cuadrados. Y entre tantos contrastes a uno se le cruzan un monton de pensamientos: que tan poco importa la vida de ese moribundo, que tanto la nuestra, cuanto valor tienen los dioses que veneran a pocos metros de alli, porque el y no yo... etc. Despues de ver todo esto tuvimos una pequeña discusion con Raquel respecto a todo esto, en la que no entrare en detalles pero que, en resumen, no nos pusimos de acuerdo aunque sin embargo fue una discusion muy productiva. En definiva, lo que quiero decir es que entre tanta desgracia, es increible e interminable la vida que late en esta ciudad, esta gente, esta cultura. Como nunca vimos en nuestras vidas.